Con armas de fuego y a bordo de vehículos blindados, un grupo de hombres irrumpió en el Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3, donde dispararon a los oficiales de seguridad y provocaron un motín para facilitar la fuga de 27 presos.

La revuelta en el penal estatal dejó un saldo de 17 personas asesinadas – diez de ellos oficiales de seguridad y custodia penitenciaria y siete reclusos – así como 13 reos lesionados, y desató dos enfrentamientos en las calles de esta frontera, de acuerdo con informe de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua.

Estos hechos ocurrieron cerca de las 7 horas de este primero de enero. La incursión de los hombres armados al Cereso desató una balacera con custodios, quema de muebles y colchones. Las columnas de humo negro podían verse desde el exterior del penal ubicado en la calle Barranco Azul, al poniente de la ciudad.

Uno de los reos prófugos es Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, apodado “El Neto”, presunto líder de una célula de ‘Los Mexicles’– uno de los grupos que opera en esta frontera en alianza con el cártel de Sinaloa –. Este estaba preso desde el 2009 con una condena acumulada de más de 200 años de cárcel por secuestro y homicidios.

Su fuga trascendió de manera extraoficial a unas horas de la revuelta, pero las autoridades confirmaron la mañana de este martes esa información.