Después de que el INAH suspendiera los trabajos de remodelación en el zócalo de Izúcar de Matamoros, el edil Eliseo Morales aseguró que solo es cuestión de “platicar” con el INAH para que la obra siga funcionando.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ordenó la suspensión de los trabajos de remodelación en el zócalo de Izúcar de Matamoros, tras detectar violaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas y Culturales. La obra, que inició el pasado 5 de diciembre con la demolición del histórico kiosco de la plaza, fue detenida oficialmente el 13 de diciembre mediante sellos de suspensión colocados en el sitio.

El proyecto, que incluye la instalación de fuentes con aguas danzantes y la sustitución del herraje de las jardineras, no cumplió con los requisitos legales exigidos por el INAH. Pese a ello, el presidente municipal Eliseo Morales aseguró que el proyecto está listo y que solo falta coordinarse con el instituto para reanudar los trabajos.

 “Hay que seguir trabajando, y siempre que se trata de innovar, pues la gente te pone en el ojo del huracán. Aquí somos una administración que vamos a innovar”, declaró Morales, sin especificar una fecha para la reanudación de las obras.

La remodelación del zócalo tenía como objetivo principal impulsar el reconocimiento de Izúcar de Matamoros como “Pueblo Mágico”. Este esfuerzo forma parte de una iniciativa más amplia en la que también se contempla a municipios como Acatzingo y Tepeaca, que serán designados como Pueblos Mágicos y Milenarios debido a su historia, riqueza cultural, artesanal y gastronómica.

El kiosco demolido fue construido en 1953, era un símbolo histórico y cultural del municipio, utilizado para eventos sociales, políticos y culturales. Su desaparición ha generado opiniones divididas entre los habitantes, quienes también expresan preocupación por el cumplimiento de las normativas que garanticen la preservación del patrimonio.