En un acto de fe y desesperación, los habitantes de Izúcar de Matamoros y comunidades cercanas realizaron una procesión y misa este miércoles, implorando por el fin de la sequía que azota la región. Encabezados por el padre Francisco Gabriel, los fieles recorrieron el trayecto desde Ayutla hasta Pueblo Nuevo, en el municipio de Chietla, unidos en una fervorosa plegaria por la llegada de la lluvia.

La situación en la región mixteca es crítica. La escasez de agua y la falta de pasto han comenzado a afectar severamente a los agricultores y ganaderos locales. Juan Carlos Osorio, uno de los participantes de la procesión, expresó su preocupación: “En estos días solo ha caído una brisa y lloviznas, pero es poco ante el calor insoportable que ha llegado hasta 40 grados Celsius y la falta de agua. Necesitamos que pronto llueva para aliviar esta situación”.

A lo largo del recorrido, campesinos y agricultores se unieron a la procesión, llevando imágenes religiosas y entonando cánticos, con la esperanza de que sus oraciones sean escuchadas. La sequía ha provocado la muerte de ganado en algunas áreas debido a la falta de agua y forraje, y las ligeras lluvias registradas en zonas como Tlapanalá no han sido suficientes para mitigar los efectos devastadores del clima extremo.

Los pobladores de San Felipe Ayutla y comunidades vecinas enfrentan temperaturas extremas y una creciente escasez de recursos hídricos. A pesar de las adversidades, la comunidad sigue unida en su fe, confiando en que la intercesión divina traerá pronto la ansiada lluvia para revitalizar sus tierras y asegurar el sustento de sus familias.

La procesión culminó con una misa en Pueblo Nuevo, donde el padre Francisco Gabriel exhortó a los presentes a mantener la esperanza y continuar con sus oraciones. La comunidad de Izúcar de Matamoros espera con anhelo que sus plegarias sean respondidas y que la lluvia llegue pronto, trayendo alivio a una tierra agobiada por la sequía