La caída de ceniza del volcán Popocatépetl obliga a los trabajadores de limpia a barrer más continuamente lugares públicos y calles, pero esto a veces provoca molestia entre las personas que se encuentran en el zócalo dificultando su labor.

Adalberta Barrales Vázquez, trabajadora del departamento de limpia no solo se preocupa por tratar de tener la ceniza lo menos posible en las calles, si no que las personas no son comprensivas, se enojan cuando están barriendo y levantan el polvo o la ceniza, pero no pueden echarle agua por qué resulta más difícil poder levantarla.

“Se molestan de que les pedimos que se muevan o que nos permitan barrer por que como se levanta el polvo ellos piensan que uno lo hace a propósito pero no es así, estamos cumpliendo con nuestro trabajo”

En un día ellos llegan a barrer entre 4 y 5 veces por qué la caída de ceniza ha sido constante, pero en los periodos en los que cae menos es cuando le piden a la población que les permita barrer.

Para mejorar su trabajo y poder hacerlo sin exponerse tanto piden el apoyo de la población y su comprensión para que no se molesten cuando están barriendo.

Cabe señar que ellos mismos compran sus cubrebocas y algunos tienen gafas o goggles pero en su mayoria lo hacen sin mucha protección ya que el ayuntamiento no les ha dotado de equipo para poder estar más protegidos, a pesar de que la labor que hacen los obliga a estar en contacto con la ceniza por mucho tiempo.