Ante los constantes asaltos y robos registrados en Izúcar de Matamoros, los pobladores de este municipio han comenzado a hacer justicia por sus propias manos y en menos de una semana dos asaltantes fueron abatidos y uno más se salvó de ser linchado tras ser sorprendido delinquiendo.

El hartazgo social se ve reflejado en las conductas que han tomado los habitantes de Izúcar de Matamoros, en donde la única opción que ven viable es la de tomar la justicia por su propia mano y no la de denunciar antes las autoridades o denunciar a tiempo las amenazas que han recibido como sucedió en el caso de los comerciantes que les piden el “derecho de piso” es decir el derecho para trabajar.

Este martes por la noche un sujeto se libró del linchamiento luego de que la policía municipal persuadiera a los enardecidos habitantes para no colgar a un sujeto que fue sorprendido delinquiendo. Sus acompañantes se dieron a la fuga, mientras que el sujeto, que a decir de los testigos tenía alrededor de los 21 años de edad.

Se metieron a una iglesia de la colonia Cruz Verdes y ahí detectaron que alguien se había introducido a la iglesia de la comunidad, por lo que al revisar vieron que faltaban diversos artículos, entre ellos religiosos y que habían sido adquiridos por los mismos habitantes lo que desencadenó el enojo.

Hace apenas cinco días, el dueño de un establecimiento comercial privó de la vida a dos delincuentes que habían intentado asaltarlo dentro de su mismo local. Sin embargo al investigar más a fondo sobre el tema, se indaga que los comerciantes de la zona del centro de Izúcar de Matamoros ya habían sido amenazados de que tenían que pagar un derecho por trabajar; es una forma de intimidar y de pedirles dinero por presunta protección, pero lejos de acudir a las autoridades ya sea en Casa de Justicia o a las autoridades municipales como la policía o la presidenta, decidieron armarse para abatir así a la delincuencia.

En una entrevista con la presidenta municipal Iréne Olea mencionó que la sociedad debe confiar en sus instituciones y en sus autoridades por lo que alzó la voz para pedir que hagan su denuncia correspondiente o bien acudir con ella para que se les dé un acompañamiento legal.