Intentan linchar a presunto robachicos en Tepeojuma, era un misionero
Luego de ser acusado de intentar robarse a un par de niños de dos y doce años de edad, un hombre, que resultó ser un misionero, se salvó de morir linchado a manos de una turba enardecida armada con piedras y palos en el municipio de Tepeojuma.
Los vecinos sin saber si realmente era verdad lo que se decían, solo gritaban que querían colgar al “secuestrador” también corría la versión de que se había intentado robarse a una niña de 7 años, al pretender arrebatársela a su madre pues la señora gritaba que su hija corría peligro.
La versión de los habitantes es que la madre de la menor señaló que un hombre que viajaba en una camioneta Ford color blanco, había intentado quitarle a su hija, por lo que de inmediato pidió apoyo a quienes estaban cerca para evitar el rapto.
Miembros de la ronda de seguridad y habitantes del municipio iniciaron una intensa movilización para detener al sujeto, con la intención de lincharlo, incluso se hizo el llamado a la comunidad en general tocando las campanas de la iglesia, en redes sociales convocaron a los vecinos y hasta por perifoneo, en cuestión de minutos la gente enloqueció.
Mientras, elementos de la policía municipal intentaban asegurar al presunto raptor, pero las cosas se salieron de control, porque no tenían la expertiz para los momentos de linchamiento y esperaron en que llegaran los policías estatales para poder llevarlo a los separos de la comandancia municipal.
La turba, aún más molesta, por no haber permitido que lo colgaran, como gritaban que harían, molestó a la turba enardecida que se reunió en el lugar y exigían la liberación del sujeto para que ellos se encargaran de la situación.
Al lugar llegaron apoyos de la policía estatal, Guardia Nacional y elementos ministeriales, así como el delegado de gobernación, quienes entablaron un dialogo con el objetivo de calmar a la ciudadanía.
El sujeto detenido fue trasladado hasta las instalaciones de la Fiscalía General del Estado en Izúcar y que ahí se tomaran las declaraciones correspondientes para su proceso legal.
Es importante mencionar que la madre de la menor que supuestamente dijo que querían “secuestrarle” a su hija, dijo que se había equivocado, pues el párroco del lugar declaró que el sospechoso era en realidad un misionero.
Ahí se supo que el detenido era un joven misionero que había llegado para apoyo del sacerdote y continuar con el trabajo de propagar el catolicismo, pero como vio a su niña hablando con el joven misionero ella creyó que se trataba de un secuestrador.