La tarde de este martes 26 de marzo, la tranquilidad del fraccionamiento Cañaverales se vio interrumpida por reportes alarmantes de un presunto cadáver en la entrada de la comunidad. La rápida respuesta de la policía municipal no tardó en descubrir la verdad detrás de la conmoción: no era una persona, sino un becerro que había sido arrojado en la entrada al fraccionamiento cañaverales.

El incidente, que inicialmente causó gran consternación entre los residentes, puso de relieve un problema recurrente en la zona: la disposición inadecuada de animales muertos y basura. Esta situación ha llevado a las autoridades municipales a tomar medidas drásticas para preservar el medio ambiente y combatir la contaminación del aire, agravada por el olor fétido que emana de los desechos.

Como parte de la estrategia para enfrentar este desafío ambiental, se han colocado lonas con advertencias claras: cualquier persona que sea sorprendida arrojando basura o desechos de animales será sancionada con multas monetarias. Esta medida busca concienciar a la población sobre la importancia del cuidado ambiental y la necesidad de mantener la limpieza en la comunidad.

Las autoridades de Tepeojuma hacen un llamado a la ciudadanía para que colaboren en la lucha contra la contaminación y contribuyan a crear un entorno más limpio y saludable para todos.