Como parte de la tradición guadalupana, se viste a niños y niñas de inditos como cariñosamente se les llama, con atuendos de manta que hacen referencia a Juan Diego a quien se le apareció la Virgen de Guadulupe en el cerro del Tepeyac.

De esta forma son presentados en la iglesia en honor a la virgen, sin embargo, año con año esta tradición ha ido desapareciendo, ya que son muy pocas personas las que continúan comprando esta indumentaria.

Así lo refirió la señora Sandra María quien es comerciante de estos productos desde faldas bordadas, ropones de manta, huacales, chiquihuites, costalitos entro otros productos, señalo que a pesar de la pandemia esperan que esta reactivación económica sea positiva para ellos, aunque con el paso de los años esta tradición se ha ido perdiendo ya que con muchas madres “jóvenes” no se inculca de la misma manera e incluso se refieren a esta tradición como “visiones”.

Lo cual es muy triste para ellos pues son generaciones que se han dedicado a la vendimia de estos artículos cada temporada del 12 de diciembre, por esa razón, hace la invitación a que la visiten y que no mueran estas actividades ya que a pesar de que es un acto de honrar a dios, muchas familias dependen de estos ingresos.