
A raíz de las denuncias por presunto acoso sexual presentadas por alumnas del Plantel 12 del Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla (COBAEP), ubicado en Izúcar de Matamoros, la dirección general del organismo anunció la designación de Salvador Romero Reyes como nuevo responsable del centro educativo.
El cambio fue confirmado por el director general del COBAEP, José Alejandro Sánchez Ramírez, quien explicó que esta decisión responde a una serie de protestas realizadas por estudiantes, en las que señalaron omisión por parte de las autoridades ante conductas inapropiadas atribuibles a miembros del personal docente.
Las movilizaciones estudiantiles ocurrieron el pasado 19 de marzo, cuando un grupo de alumnas salió de las aulas y recorrió algunas calles del municipio portando pancartas y consignas en las que exigían frenar los casos de acoso y hostigamiento en su entorno escolar. La protesta evidenció un malestar profundo en la comunidad estudiantil ante la falta de respuesta institucional.
Durante una visita reciente al plantel, Sánchez Ramírez sostuvo que se atendieron las inconformidades planteadas por las jóvenes y que, como parte de las medidas inmediatas, se ha iniciado un proceso de reestructuración interna. “Estuvimos muy atentos a las manifestaciones y a los señalamientos. Las estudiantes fueron objeto de actos denigrantes que deben ser investigados y sancionados conforme a derecho”, declaró.
Asimismo, informó que se han iniciado las diligencias correspondientes para determinar responsabilidades, y subrayó que el COBAEP mantendrá una política de cero tolerancia ante cualquier conducta que vulnere los derechos de las alumnas.
Con la llegada de Salvador Romero Reyes como nuevo director del plantel, se busca recuperar la confianza de la comunidad escolar, particularmente de quienes demandaron respeto, seguridad y condiciones dignas para su formación académica.
Finalmente, el titular del COBAEP reiteró que la institución continuará reforzando las acciones encaminadas a garantizar espacios educativos libres de violencia, así como protocolos de atención que prioricen la protección y la dignidad del alumnado.