Este lunes, Donald Trump se convirtió en el presidente número 47 de los Estados Unidos tras rendir protesta en una ceremonia realizada en el Capitolio, Washington D.C. Trump juró su cargo utilizando la histórica Biblia de Abraham Lincoln, la misma que el expresidente empleó durante su toma de posesión en 1861.
Previo al acto oficial, Trump y su esposa, Melania, fueron recibidos en la Casa Blanca por el expresidente Joe Biden y la ex primera dama Jill Biden. También participaron en esta reunión de cortesía el nuevo vicepresidente, J.D. Vance, junto a su esposa Usha Vance, quienes fueron recibidos por Kamala Harris, exvicepresidenta de Estados Unidos.
Tras la reunión, Trump y Biden viajaron juntos en limusina hasta el Capitolio para la ceremonia de juramentación, un trayecto simbólico de menos de dos millas que marcó el inicio formal del nuevo mandato presidencial.
Polémica por el cambio de nombre del Golfo de México
En uno de sus primeros anuncios como presidente, Trump declaró su intención de firmar una orden ejecutiva para renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”. Según reportes de medios como CNN y Fox News, esta sería una de las primeras acciones de su administración.
Trump justificó la propuesta asegurando que “México está controlado por cárteles” y argumentó que el nuevo nombre “tiene un lindo sonido” y es “lo apropiado”. Sin embargo, expertos han señalado que un cambio unilateral del nombre del Golfo de México es inviable, ya que se trata de un territorio marítimo internacional reconocido desde el siglo XVII.
Declaración de emergencia energética nacional
Entre las primeras acciones de su gobierno, Trump planea firmar un decreto que declare una emergencia energética nacional en Estados Unidos. Este decreto tiene como objetivo aumentar la producción de petróleo y gas, reducir costos para los consumidores y fortalecer la competitividad del país en el sector energético.
Además, el presidente emitirá un decreto centrado en Alaska, región clave para la seguridad energética estadounidense, que permitirá exportaciones de gas natural hacia otras partes del país y aliados internacionales.
Un inicio cargado de expectativas y tensiones
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado un intenso debate, tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Mientras sus partidarios aplauden las medidas enfocadas en la independencia energética, críticos cuestionan su viabilidad y el impacto que podrían tener en las relaciones internacionales.
El mandato de Trump promete ser tan controvertido como su primera administración, con decisiones que podrían redefinir el panorama político, económico y diplomático del país norteamericano.