Niños de 13 años, armados con cuchillos asaltan transeúntes en Concepción Sur, Puebla
En la colonia La Concepción, al sur de la capital poblana, la preocupación por la creciente delincuencia ha tomado un giro inesperado con la presencia de tres niños, no mayores de 13 años, que generan pánico entre los vecinos. Armados con cuchillos, estos menores se dedican a atracar a transeúntes en las solitarias calles de la zona.
La situación revela una nueva dimensión de la problemática delictiva en Puebla, ya que los ciudadanos no solo deben lidiar con los cabecillas de células criminales y sus aliados, sino también con menores que, aparentemente, han tomado como ejemplo a los delincuentes adultos.
Los tres niños, cuyas edades no superan los 13 años, han sembrado el temor entre los residentes de La Concepción y áreas circundantes. En sus actos delictivos, salen por las tardes para intentar despojar a transeúntes de sus pertenencias, utilizando objetos punzocortantes.
En el último intento de atraco, fueron sorprendidos por un grupo de vecinos que logró detenerlos y entregárselos a las autoridades. Según información oficial, atacaron a una mujer cuando salía de su domicilio, pero la rápida intervención de testigos evitó un desenlace más grave.
Las imágenes de los menores delincuentes fueron difundidas a través de grupos vecinales, con el objetivo de que sean identificados. A pesar de haber sido entregados a la policía, algunos residentes expresaron su descontento en redes sociales, instando a tratar a estos niños como a cualquier otro delincuente con 'experiencia', sugiriendo incluso medidas violentas como forma de castigo.
Es importante destacar que los tres menores fueron entregados a sus padres, ya que la afectada decidió no presentar cargos en su contra. Esto plantea un nuevo desafío para las autoridades, que ahora deben seguir la pista no solo a criminales con historial, sino también a menores que han optado por el camino de la delincuencia. La situación refleja la complejidad de abordar la problemática criminal en todas sus dimensiones, desde los cabecillas adultos hasta los más jóvenes infractores.